Colillas, plástico, leche o lana: cómo construir una casa con materiales reciclados
Cada año se estima una producción de alrededor de 6.000 millones de cigarrillos, los que se traducen en 1,2 millones de toneladas de colillas tiradas al suelo, pudiendo tardar entre 18 meses y 10 años en degradarse. Un verdadero desastre medio ambiental, agravado por las sustancias nocivas liberadas por el filtro, tales como acetato de celulosa, arsénico, cromo, níquel y cadmio.
Los obtenidos por el equipo del Dr. Mohajerani son “ladrillos del todo similares a los que conocemos”, pero con un valor añadido significativo. Según la investigación, de hecho, si se utilizara el 1% de las colillas en la fabricación del 2,5% de la producción mundial de ladrillos, esto sería suficiente para “compensar totalmente la producción anual de cigarrillos en todo el mundo”.
Por otra parte, estos ladrillos son “más ligeros y con mejores propiedades de aislamiento” y requieren hasta un 58% menos de energía para ser realizados. Por lo tanto, debido a las propiedades aislantes de los filtros, también se reduciría el consumo de energía doméstica para los sistemas de calefacción y refrigeración. Las mismas sustancias nocivas, tales como los metales pesados, serían eliminadas o neutralizadas durante la cocción de los ladrillos.
Paredes de cáñamo, botellas de plástico y viejos periódicos
La ciencia afortunadamente sigue buscando alternativas más sostenibles para la edificación. Se han experimentado ladrillos hechos en un 70% de cenizas o a base de botellas PET y Monika Brümmer, un arquitecto alemán afincado en Granada, desde hace años se dedica con éxito a la construcción con materiales naturales, en particular, aprovechando el enorme potencial de las varillas de cáñamo.
Por otra parte, es danés el prototipo de vivienda unifamiliar creado para ofrecer una alternativa real al prefabricado. Para el núcleo central se utilizaron dos contenedores y una esqueleto de madera reciclada, logrando el aislamiento con botellas de vidrio y viejos periódicos mezclados con yeso reciclado. Los suelos son de un material compuesto de plástico reciclado y madera granulada, mientras que el techo se compone de placas obtenidas a partir de latas de cervezas.
Lana, leche, cáscaras de huevo, aceite de oliva y vino
En Italia, en la isla de Cerdeña, se encuentra una verdadera especialista de la edificación con materiales reciclados, premiada en todo el mundo.Daniela Ducato transforma el excedente y los residuos de los procesos agrícolas en materiales para la construcción totalmente sostenibles, como un techo de alta eficiencia energética hecho de pura lana de oveja. “El excedente debe producir excelencia”, es el lema de Ducato .
A partir de los excedentes de la leche se obtiene pegamento para las paredes; de la lana de las ovejas un aislante térmico; de los residuos del procesamiento del aceite de oliva, un producto que fortalece el mortero. A partir de las cáscaras de huevo abandonadas, se extrae una pasta de cal extraordinaria y de los excedentes de la producción del vino, un conjunto de tintas y colores.
No se trata sólo de filantropía y sensibilidad hacia el medio ambiente, en el fondo hay un discurso económico muy concreto: “No creo que la única ventaja de nuestros productos sea el origen natural y ecológico. El principio básico es éste, pero al mismo tiempo están la calidad y los altos rendimientos “, aclara Ducado en declaraciones a la prensa italiana.
FUENTE: LaVanguardia.com